28 Abril 2019

primera edición

El Departamento Editorial se inaugura oficialmente con la primera edición de la primera parte de una trilogía SU. Escrito, maquetado, diseñado e ilustrado por Tom Hennley Coy.

Fue entrevistado por Patxi Arotegui paara el periódico “Deia”.

 

ENTREVISTA

"Su juventud no le ha impedido publicar su primera novela, un relato que mezcla a partes iguales realidad y ficción. Aritz Martínez, cuyo seudonimo literario es Tom Hennley Coy, tiene 26 años, es de Sondika y acaba de sacar al mercado literario su primer relato bajo el sugerente título de Su y el portal inexistente. “Hace seis años comencé a escribirla más por hobby y para poder alejarme de la realidad. Pero me gustó mucho la historia y tuve muy claro desde el principio cúal iba a ser el final, porque es la primera parte de una trilogia”, explica el inquieto escritor.

Este polifacético narrador y diseñador gráfico presentó recientemente su novela en la biblioteca municipal de Sonsika, un acto con gran éxito de afluencia de vecinos de la localidad y donde los ejemplares distribuidos tuvieron un razonable volumen de ventas, según confiesa este apasionado de la ficción literaria. “La segunda parte de la trilogía ya está escrita y seguramente saldrá para Navidades”, adelanta a sus seguidores.

A la hora de describirnos la línea argumental de su primera creación, Tom detalla que la novela parte de “un orfanato, ubicado en Francia, donde Su, la chica protagonista de la historia, investiga unos sucesos extraños que han acaecido en el centro”. Paralelamente, su mejor amiga desaparece en extrañas circunstancias y, a partir de este momento, la historia sufre un giro inesperado que “desemboca en un caudal de aventuras e intriga que invitará al lector a seguir leyendo la siguiente parte de la trilogía”, describe.

El propio Hennley se ha encargado del diseño de la portada del libro, las ilustraciones y de la maquetación de la obra. Todo un ejemplo de autoproducción y de su carácter multidiscipliar como artista. “Me defino como una persona a la que no le gusta estar quieto: tengo una necesidad constante de crear y de hacer algo nuevo. Una vez, por ejemplo, me inventé un juego de ordenador a las 2 de la mañana”, dice como muestra de su prolífica actividad.

No en vano, este joven vecino de Sondika no se decanta por una sola disciplina artística o creativa. En su corta pero intensa vida profesional ha experimientado con la ilustración de relatos, la escritura, el diseño gráfico, la fotografía e incluso ha hecho sus pinitos con la escultura. “Hasta ahora mi mayor trabajo ha sido la edición y publicación de un libro, traducido en tres idiomas, para el escultor Jesús Lizaso, que acompañó a su exposición en la sala Rekalde de Bilbao. Además elaboré un proyecto audiovisual con un video que monté expresamente para esta exposición”, recuerda.

Su próximo proyecto está dirigido al emprendimiento empresarial. De hecho, Hennley espera poner en marcha en breve su propia compañía con la ayuda de varios socios, que abarcará diversas disciplinas: tanto el diseño gráfico, proyectos audiovisuales, como la edición de libros para los autores más emergentes. “La idea es que si una empresa necesita el diseño de un cartel, nosotros le podremos ofrecer la imagen corporativa, un video o un tríptico. De tal manera que pueda recibir un mejor servicio porque disponemos de diferentes departamentos multidisciplinares”, describe Martínez".

Para este artista polifacético el futuro de su sector se presenta “complicado”, dado que existe una gran competencia por la presencia de cada vez más estudios de diseño, tanto en Euskadi como en el resto de España. Ante esta realidad, Tom defiende que su apuesta empresarial se diferencia de la competencia en que ofrece “un servicio más completo, porque abarco más áreas y departame”, subraya. En esta línea, Tomconsidera que su sector, en general, no está en auge ni bien valorado por parte de las grandes empresas de este país. “Yo creo que es una percepción erronea por parte de las grandes compañías, porque la imagen corporativa de una empresa es, al final, la imagen que se transmite al público y si esta es mala o negativa, este déficit resulta muy perjudicial para las compañías a la larga”, concluye.